Plataforma digital de universidades del estado cuidará y protegerá salud mental de estudiantes
- Cerca de un 40% de los alumnos presenta sintomatología asociada a malestar sicológico, siendo la ansiedad y depresión los más frecuentes.
- La Universidad de Chile destaca como institución líder de este proyecto.
- Antonio Salinas, conector en salud mental de la Red de Salud de Universidades del Estado (RSDUE), entrega detalles sobre esta nueva iniciativa.
Hasta un 40% de los estudiantes universitarios del país (de todas las carreras) tiene problemas de salud mental, donde los que más destacan son depresión y ansiedad, según la investigación, “Salud mental en estudiantes de educación superior en Chile: una revisión de alcance con meta-análisis” (2021), hecha por profesionales de la salud, como Pablo Martínez, del Hospital Clínico de la Universidad de Chile y Scarlett Mac-Ginty, del Núcleo Milenio para Mejorar la Salud Mental de Adolescentes y Jóvenes (Imhay), entre otros).
A raíz de este problema es que la Red de Salud de Universidades del Estado (RSDUE) está desarrollando una plataforma digital que ayude a promover el cuidado y prevenir la emergencia de problemas de salud mental complejos. El sitio web se está construyendo, a partir del trabajo de un grupo de profesionales ligados a la salud, donde hay psicólogos, psiquiatras, terapeutas ocupacionales, asistentes sociales, enfermeras y fonoaudiólogos, junto a los mismos estudiantes.
En 2021 se formó la Red de Salud de Universidades del Estado (RSDUE) -parte del Consorcio de Universidades del Estado de Chile- una asociación conformada por doce establecimientos de educación superior, de todo el país, desde Arica a Magallanes, con un financiamiento por tres años iniciales, donde destaca la Universidad de Chile como líder del proyecto.
Junto a cuatro entidades externas, la red desea promover las capacidades y competencias en salud digital con impacto en salud mental, abordando con un enfoque multidisciplinario las brechas identificadas en la formación de capital humano.
Antonio Salinas -psicólogo, magíster en el área educacional- es el conector y encargado del área de salud mental de la Red, quien plantea que, dada la prevalencia de estas afecciones en los alumnos y sus consecuencias sobre la capacidad de experimentar satisfactoriamente la vida, incluyendo su dimensión académica, es que se decidió apuntar a tener dicha plataforma. Los estudiantes afectados y de los que han obtenido estos datos, corresponden a todas las carreras de pregrado y de distintas regiones. De acuerdo con el diagnóstico realizado, los problemas de salud mental más comunes en la población estudiantil tienden a repetirse, independiente de la universidad, lo que genera problemas comunes que pueden ser abordados de forma colaborativa.
Promoción y prevención
“El proyecto está pensado para apoyar a los estudiantes que lo están pasando mal dentro de sus universidades”, afirma Salinas. Y la forma de lograrlo, según comenta, es realizando promoción y prevención en salud mental, dentro de las instituciones educativas que conforman la red. “Creo que es una estrategia que nos permitirá aprovechar de mejor manera la tecnología y el recurso humano, considerando que tiende a ser escaso frente a este 40%. No hay forma de que esa cantidad de personas tengan atención directa 1 a 1, , en las universidades. Además, muchas personas, por diversos motivos, como el estigma o el desconocimiento, no se acercan a pedir ayuda”, destaca.
Es por esto que la plataforma ofrecerá la posibilidad de acceder a recursos en forma remota y anónima. “Pero con esto podemos buscar formas de darle una solución que sea escalable, donde podamos llegar a una mayor cantidad de gente, ofrecer prevención, promoción, y ayudar a que quienes requieran una atención, sepan cómo y donde acceder a esta, ya sea en las universidades o en el sistema público o privado”, expresa.
“Para llevar a cabo esta gran tarea, nos reunimos, generalmente, una vez por semana, con los/as representantes de las universidades, para ir elaborándola”, comenta. Además, nos hemos reunido con estudiantes, con instancias de conversación para saber cómo interactúan con lo digital. “Durante la pandemia, desde los equipos profesionales de algunas universidades se llevaron a cabo varios planes para apoyar la salud mental. A raíz de estas iniciativas, quisimos recoger cómo fue la experiencia de los estudiantes, y si habían utilizado otras estrategias digitales externa, contándoles de la nuestra y qué les gustaría que tuviera”, expresa.
Generación tecnológica
Dentro de las conversaciones con alumnos, Salinas resalta que han encontrado datos interesantes y que les servirán para el proyecto. “Esta es una generación que ocupa la tecnología para aprender de salud mental, pero los medios pueden no ser los más adecuados, lo que puede confundir y conducir a una información engañosa. Me refiero principalmente a las redes sociales, como Instagram o Tiktok, donde lo que se comparte no necesariamente es confiable”, critica. A su juicio, hay pocos datos con evidencia y el problema es que es con lo que más interactúan, y donde pasan gran parte del tiempo.
“Vamos a entregar información fidedigna, en el área digital, sobre la base de evidencia, que esté actualizada, que cite a las fuentes relevantes, y que sea comprensible para la comunidad estudiantil”, señala Salinas. El especialista resalta que, muchas veces, a los estudiantes que ingresan a la universidad, les empieza a ir mal en algunos ramos, y eso conduce a frustración, tristeza, ansiedad, etc. Pueden surgir temores por la probabilidad de perder alguna beca, mal rendimiento, entre muchas otras muchas otras experiencias, que pueden conducir a malestar psicológico y afecciones de salud mental si no son apoyadas”, destaca el psicólogo.
Red de apoyo
Con la plataforma digital, se busca que ellos puedan buscar una primera ayuda o consejo relacionados a salud mental, y que éste les aporte ciertas directrices de qué hacer o a quién acudir. “Algunos van a requerir atención, tanto de la universidad como del sistema público o privado, por eso es importante contar con información confiable. Y otros, quizá no necesiten atención profesional, pero es bueno que puedan, a nivel promocional y preventivo, contar con algunas estrategias para soportar esos momentos más arduos y, también, participar en actividades sincrónicas que se organicen dentro de la red”, señala.
Según Salinas, la nueva plataforma se destaca mucho, porque será un espacio de colaboración entre las universidades y sus alumnos. “Hicimos grupos focales y nos preocupamos de que tuvieran representaciones del sur, centro y norte, entendiendo que puedan haber diferencias culturales o de acceso. Y ha sido súper rica la conversación, ya que aparecen cosas que probablemente no hubiéramos visto, sin esta retroalimentación, como las barreras de tiempo para acceder a actividades preventivas de salud mental, o sus horarios, que a veces son distintos a los que tienen los profesionales de las universidades”, relata.
Niveles de participación
En el sitio web habrá distintos niveles de participación, para que puedan interactuar sus usuarios. El primero será uno de tipo abierto, que estará disponible para toda la comunidad, donde cualquier persona podrá acceder y ver cierto contenido promocional, por ejemplo, qué es la ansiedad o la depresión, y por qué es distinto a estar triste. El segundo, será con un tipo de ingreso especial, donde el estudiante que entre, tendrá acceso a información más específica y con datos propios de su territorio.
“Por ejemplo, a alguien de la Universidad de Chile se le podrá contactar con los/as profesionales de salud mental que trabajan en la universidad, ya sea en su facultad o a nivel central, se le dará información sobre el Instituto Psiquiátrico Dr. José Horwitz Barak, que sirve para atenciones de emergencia, con la información y el cómo solicitar atención, etc. Lo mismo pasará con uno de Valparaíso, Magallanes y otras zonas, donde se les guiará con datos cercanos y relacionados a donde estudian”, indica. Salinas destaca el hecho de que habrá todo un ecosistema de ayuda y promoción de salud mental.
También buscan que este sistema digital tenga formularios de contacto, o algún tipo de encuesta, donde “nos puedan decir si encontraron lo que estaban buscando, y qué más le agregarían para poder mejorar. Sin eso, lo más probable es que esto no funcione, tenemos que estar conectados con su realidad, y con con la realidad de la comunidad estudiantil, con lo que están viviendo, y con aquello que les está resultando desafiante”, señala.
Temas más prevalentes
Salinas dice que dentro de las charlas que han tenido con los alumnos, se habla de temas que son importantes, como el suicido, por ejemplo. “Ellos saben que es una realidad, que ocurre, y es importante hablarlo, que no sea taboo, ni en los equipos profesionales ni entre los pares, así se puede prevenir. También es importante que esto sea con el debido cuidado por las familias y comunidades que han sido afectadas por esta situación.”, declara. Y dentro de las patologías mentales que más los afectan, actualmente, han identificado a dos: ansiedad y depresión. “Les pedimos que escribieran qué es lo más frecuente que ven en sus compañeros y en 3 grupos focales, la palabra ansiedad ocupó el centro de la nube de palabras que hicimos”, indica.
Desde la RSDUE tienen claro que hay varias cosas que pueden estar afectándolos. “Reconocemos que no solamente la cantidad de exigencia en el estudio puede generar algún tipo de afección de salud mental, sino también, las propias condiciones vitales que tiene la juventud hoy, en todo su espectro, desde la identidad de género, temas familiares, económicos, y muchos otros, que pueden estar relacionados con sus emociones”, comenta Salinas.
En cuánto a resultados, el experto indica que tienen tres indicadores para saber si la plataforma está funcionando positivamente. El primero es la cobertura, donde analizarán cuántas personas están interactuando con ella. El segundo, tiene que ver con la satisfacción usuaria, donde habrá algún espacio para que los que ingresen puedan decirles si encontraron lo que querían averiguar. Y el tercero, tiene que ver con la alfabetización en salud mental, que es saber cuánto han aprendido, gracias a lo que ofrece. “Dentro de ella, hay un ítem muy importante, que es saber si puedo reconocer cuando requiero ayuda profesional”, resalta Salinas. (Por Cristián Yáñez W. Agencia Inés Llambías Comunicaciones)