Ciencia de datos aplicada a la salud

Profesor Steffen Hartel: “El gran sueño es que tengamos una ficha clínica interoperable y con datos de calidad”

El académico del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y coordinador de la Red de Salud Digital de las Universidades del Estado (RSDUE) es el organizador de la semana de innovación en salud digital, que comienza el próximo lunes 9 de enero de 2023 en Valparaíso. En esta entrevista, explica cómo la ciencia de datos crea nuevos conocimientos y mejora la calidad de vida.

La idea de tener una ficha clínica interoperable con datos de calidad, disponible en cada recinto de salud, ya sea público o privado, podría facilitar. una mejor calidad de atención de los pacientes y evitar que repita sus datos o deba recordar su historial médico con precisión. Existen estándares y buenas prácticas internacionales cuya implementación repercutiría en una mejor calidad de la atención médica y en un empoderamiento de las personas al tener acceso a su información. El gran fin es lograr usar datos de buena calidad para la ciencia de los datos aplicada en el área la salud, lo que se conoce como salud digital.

Uno de los investigadores que más sabe sobre este tema es el académico del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Steffen Hartel, físico doctorado en Ciencias Naturales que ha dedicado parte de su carrera a impulsar una salud digital de calidad en el país. El profesor Hartel afirma que necesitamos avanzar más rápido en esta materia, pues estamos atrasados en comparación a dónde deberíamos estar comparados con países que cuidan y disponibilizan datos da calidad.

El coordinador de la Red de Salud Digital de las Universidades del Estado (RSDUE) -encabezada por la U. de Chile- liderará la semana de la innovación en salud digital que se realizará en Valparaíso entre el 9 y 13 de enero de 2023. En esta cita, especialistas nacionales e internacionales compartirán conocimientos y realizarán ejercicios prácticos en torno a estos temas.

La iniciativa, encabezada por el RSDUE, HL7-Chile y el Centro Nacional en Sistemas de Información en Salud (CENS), entre otros, cuenta con el apoyo de la prestigiosa U. de Harvard y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). “En la Universidad de Chile somos claramente pioneros, fuimos el primer programa de posgrado que tomó en serio la capacitación de capital humano en esta área, del país y en gran parte de Latinoamérica”, dice el profesor Hartel en esta entrevista.

– ¿Cómo van los preparativos para esta semana de la salud digital?

Estoy muy feliz que tengamos una semana de salud digital en Valparaíso por diferentes razones. Uno porque es la primera vez que vamos con un gran evento a regiones, y también es la primera vez que logramos combinar dos eventos en uno. El primero será el 9 y 10 de enero, es una Connectathon, donde uno conecta datos de interoperabilidad a un nivel muy alto de madurez, liderado por HL7-Chile. Y el segundo evento, del 11 al 13 de enero, es la Datathon, donde académicos, investigadores e invitados muestran cómo trabajar con datos de buena calidad en salud, los cuales cumplen estándares de interoperabilidad altas. Esta combinación de dos ejercicios con componentes teóricos y prácticos, más aprender a cómo trabajar responsablemente con datos en salud, es lo que para mí genera la alegría de que podamos realizar esta actividad.

– ¿Se ha hecho algo así antes?

Esto nunca se ha hecho en Chile en esta combinación, ni siquiera en América Latina. Esto es lo más importante para mí de esta versión de la semana de salud digital, ya que uno sigue el dato desde el origen hasta el resultado obtenido con ciencia de datos, donde uno debería dar al final consejos e información de vuelta al sistema de lo que uno aprende y valida de los mismos datos. Así, esta semana está hecha para acompañar, enseñar y hacer algo en la práctica también de cómo manejar este campo tan complejo de salud y datos, de una salud conectada.

– ¿Cuál es el fin o la aplicación concreta de la ciencia de los datos en salud?

Es simple, queremos solucionar el hecho de que cuando vamos a un establecimiento de salud y tenemos que dar múltiples veces nuestros datos, información personal, los medicamentos que tomamos o alergias, a distintas personas o si queremos cambiarnos de centro médico no siempre podemos migrar con los datos de nuestras fichas clínicas, etc. Esto es aliviar un poco al paciente. Todos sufrimos como pacientes estas situaciones. La idea de una ficha clínica interoperable con datos de calidad en beneficio de la ciencia de los datos aplicada a la medicina. Hacia allá vamos y esa es la razón por la cual creamos el Centro de Informática Medica y Telemedicina en la Facultad en 2014 y el Centro Nacional en Sistemas de Información de Salud en el 2017, pero el país no avanzó bien en la materia y nosotros intentamos dar recetas y buenas prácticas y ejemplos de maduración para que todo el ecosistema de salud en Chile pueda crecer y que las famosas islas de información en relación a la información de los pacientes, finalmente se puedan intercambiar de buena forma.

Otro ejemplo, cuando tú perteneces a una de isapre o a una clínica determinada, la clínica tiene todos tus datos, pero si después quieres cambiarte al sistema público o a otra clínica, tienes un gran problema porque los datos no migran, no puedes comunicar bien en qué situación estás y todos estamos entrampados.

– Todos nuestros datos e historia clínica a un click ¿Esa es la meta?

Los pacientes quieren estar bien informados, quieren también llevar sus datos a otra institución. Frente a los problemas administrativos con los cuales nos enfrentamos muchas veces, el gran sueño es que tengamos una ficha clínica interoperable que estuviera accesible cada vez que vamos a un médico o prestador de salud. Ese es el gran fin, que finalmente tengamos nuestra ficha clínica compartida y no fragmentada en miles de sistemas que no se comunican entre sí. Más que la ficha en sí es el concepto de ser ciudadanos y pacientes empoderados, queremos tener en nuestro poder el control apoyados por una buena implementación de las tecnologías de salud y nosotros sí somos responsables tomando decisiones.

Casa de Bello pionera en Salud Digital

La U. de Chile lleva más de una década investigando y formando especialistas en el área de la salud digital y dictó el primer programa de formación en postgrado internacional en Latinoamérica. Colaboramos fuertemente con las Universades de Heidelberg y Heilbronn, entre otras. Afrontamos la escasez de profesionales capacitados que tiene Chile y la Región en este momento.

– ¿Cómo ha sido la labor de la U. de Chile en el avance de la salud digital?

A partir del 2009 empezamos con un gran proyecto internacional de excelencia apoyado por el DAAD y ahí levantamos el primer programa de postgrado en el ámbito de la informática médica en el país, y hasta hoy en día no hay muchos en América Latina tampoco. En Chile desde la U. de Chile somos claramente pioneros, fuimos el primer programa de postgrado que tomó en serio la capacitación de capital humano en esta área.

En total debe haber como 50 personas en Chile que tienen un postgrado, pero eso es muy poco si pensamos que tenemos que cubrir 30 servicios de salud en el país, es nada. Vamos en la 5ª generación y diría que salimos como de los pañales. Ni siquiera somos adolescentes. Está súper clara la brecha que existe en relación con lo que un país desarrollado debería ser y estamos muy atrasados.

– ¿Les afectó la crisis mundial de salud por el COVID-19?

Creo que la pandemia dejó súper en evidencia que tenemos mucho que hacer todavía en salud digital. Cuánto costó tener el pase de movilidad o pasaporte de vacunación, pero se hizo. La pandemia nos ayudó mucho en entender la relevancia, fue un acelerador grande, pero todavía no suficiente para hacer el trabajo bien, Chile no tiene la portabilidad de los datos de salud, no hay una ficha con nuestra historia clínica compartida. Entonces todavía no lo estamos haciendo bien. Ese sería el gran desafío. Sabemos cómo hacerlo, conocemos las brechas y las recetas para acción. Hay que hacerlo con ánimo e inversión, profesionales jóvenes que crecieron con el mundo de los datos y esperan una mejor calidad de vida, empoderada. Necesitamos más académicos y profesores para que puedan formar a las personas que necesitamos formar y evitar la fuga de cerebros que vivimos por no ofrecer ámbitos de trabajo adecuado.

Fuente y créditos: Sitio web Universidad de Chile

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